martes, 10 de noviembre de 2009

Hace dos meses que nació este gran baneño y nadie se acordó, nosotros tarde pero temprano le hacemos un sencillo homenaje a nuestro compatriota.

111 años ha pasado desde que nació el gran compositor de la música “Sangre Ecuatoriana” (Famosa en todo el mundo), y para orgullo de todos los baneños y ecuatorianos es baneño de cepa, hace 23 años que ya no esta con nosotros pero su música vive y su recuerdo en nuestros corazones
Fotografía de Pablo Guerrero









Cañar Cárdenas Julio César
Baños 10 de septiembre 1898 - Quito 14 enero 1986. Compositor de música popular.

Su padre Avelino Cañar fue organista; recibió de él los primeros elementos sobre música. Se trasladó a Quito e ingresó al Conservatorio Nacional de Música, donde permaneció desde 1914 a 1920. Recibió clases con el compositor y pianista Francisco Salgado*. Fue nombrado profesor de música de las escuelas fiscales y del Asilo de Ciegos de Quito, actuando además en las estaciones de radio: HCJB; La Voz de la Democracia, Radio Municipal. Hasta 1930 fue pianista de la empresa de cines silentes "Cine Ambos Mundos"; director de orquesta y pianista de la Radio Municipal de Quito.

Entre sus obras destacan la composición Vírgenes incaicas, con la que participó en el concurso de música continental organizado en 1944 por The Chamber Music Guild, de Washington y uno de los pasodobles más difundidos en el país y en el exterior: Sangre ecuatoriana. También compuso una pieza con el texto de la novela Cumandá de Juan León Mera, varios pasillos, pasodobles, himnos, yaravíes y valses. Entre otras de sus composiciones anotamos: Besándote me despido (pasillo); El huasicama (aire típico); Procesión indígena (danzante); Adoración incaica (fox incaico); Gloria taurina (pasodoble); En la tumba de mi madre (yaraví). (Bibliografía: Guerrero, Pablo y Wong, Ketty. Julio Cañar: el alma del pasodoble. Quito: Departamento de Desarrollo y Difusión Musical, 1993; Mayer Serra, Otto. Música y músicos de Latinoamérica. México: Editorial Atlante, 1947).



El pasodoble fue estrenado el primero de noviembre de 1930, en
la Plaza Arenas, por la Banda Municipal.

La melodía fue grabada en Italia por la orquesta de Antonio
Vitzio. El guayaquileño Luis Pino Yerovi la recomendó a la
firma Odeón, en Buenos Aires, en 1935, donde la interpretó la
orquesta típica de Enrique Rodríguez. La primera tirada fue de
50 mil discos, cifra récord para la época.

El tema también fue grabado en México por el grupo "Los Cuatro
Acordeones", y en el Ecuador existen muchas interpretaciones:
Quinteto del Recuerdo, Segundo Bautista, Estudiantina Quito,
Nelson Dueñas, Los locos del ritmo, La Orquesta Típica
Quiteña, Eduardo Zurita, etcétera.

Durante la época del cine mudo, su trabajo era interpretar la
música de fondo mientras se proyectaba el filme. Por el año de
1930, llegaban a Quito películas de toros. Inspirado en ellas,
una noche compuso "Sangre ecuatoriana".

La obra, instrumental, ahora tiene letra del hermano Gerardo
Miguel, rector del Colegio Mera, de Ambato.

Avelino, padre de Julio, fue organista del Santuario de la
Virgen de Agua Santa de Baños, por 50 años. De él recibió las
primeras enseñanzas con el melodio, el órgano y el piano.

Las limitaciones de vivir lejos del centro urbano no dejaban
que Julio creciera como músico, pero un hecho inesperado
cambió su vida. En 1913 llegó a Baños el embajador de Chile,
Víctor Eastman. Julio ejecutó varias composiciones que
impresionaron al visitante, quien propuso a don Avelino que
permitiera a su hijo viajar a Quito para estudiar en el
Conservatorio.

En la capital, estudió piano durante cinco años, bajo la guía
de Francisco Salgado, Sixto María Durán y Francisco Romero.

HCJB lo invitó a ejecutar el piano y acompañar a Carlota
Jaramillo. Luego trabajó en las radios El Palomar, Nariz del
Diablo y Voz de la Democracia.

En la inauguración de la Plaza de Toros Quito, el 5 de marzo
de 1960, estrenó otro pasodoble, "Gloria taurina". Luego el
fox "Adoración incaica", basado en la novela "Cumandá", de
Juan León Mera.

Compuso pasillos, aires típicos, albazos, marchas, pasacalles,
sanjuanitos, pasodobles, yaravíes, jotas, polcas e, incluso,
un tango dedicado a Enrique Rodríguez.

Cañar falleció el 7 de enero de 1986. Se lo despidió en la
iglesia de La Merced, de Quito, al compás de una melodía
compuesta por él, "La última canción del moribundo".

ANECDOTAS

- Por su "Marcha de las juventudes ecuatorianas" recibió como
premio, desde Buenos Aires, una medalla de oro y mil sucres,
que "se le fueron" en agasajar a la gente que acudió a
felicitarlo.

- Cuando vino a Quito el maestro argentino Enrique Rodríguez
con su orquesta, Julio Cañar le invitó a un sitio popular,
ubicado en la calle Montúfar, frente a la antigua Maternidad.
Era la cantina del "chapa" Chiquito.

- Tuvo tres hijos. Uno de sus nietos, Patricio Cañar Vela, es
un conocido cantante. (DIARIO HOY) (P. 9-A)

1 comentario:

  1. El Señor Julio Canar Cardenas Autor de nuestra hermosa música original Ecuatoriana, con mucho orgullo desde USA muchos recuerdos.

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